lunes, 10 de febrero de 2014

Voces del alma un ejemplo de Comunicación Alternativa

Desde el momento en que el ser humano sale del vientre de su madre, la libertad se convierte en una de sus principales atribuciones, es por ello que los individuos deben aprender a manejar aquella libertad concedida sin nada a cambio en el momento de su nacimiento, deben aprender a decidir lo que ellos deciden no lo que deciden los demás, pero muchas veces con el transcurrir de los años y las malas influencias hacen que el individuo abuso de esa libertad, haciendo desaparecer la esencia misma del sujeto. Tal abuso hace que el sujeto haga cosas inadecuadas  que atentan contra la libertad, dignidad y vida de otros sujetos, tales acciones incorrectas implican: el robo, el asesinato, la violación a los derechos, etc. los cuales si son descubiertos y puestos en evidencia  reciben el respectivo castigo que es la cárcel.

Para muchos este abuso les ha significado el veredicto de prisión, el encierro, esperando cumplir sentencias de años; atrás quedaron los días en que podían caminar tranquilos por las calles, ir y conocer lugares distintos, estar con la familia, con la cárcel todo eso quedó relegado al pasado y a un futuro lejano, ahora las rejas y las paredes llenas de grafitis será lo único que podrán conocer y visitar.

Para aquellos que caen en este mundo de encierro significa el final de los sueños y de la vida, pero la realidad es diferente, ya que hoy en día las cárceles ofrecen algunas actividades que permiten el crecimiento del recluso y más aún devolverle los sueños que estaban perdidos. Talleres en carpintería, peluquería, teatro y música son algunas de las actividades que el privado de la libertad puede realizar. Pero hablar de un programa radial como una más de estas actividades parece algo nada común en Ecuador, pues la realidad es otra ya que si existe un programa realizado desde una cárcel de Cuenca, en dónde los locutores son reclusos y la cabina de radio es un calabozo.

Voces del alma es el primer programa radial grabado desde una cárcel, cuya iniciativa estuvo a cargo de dos periodistas de Cuenca; Ximena Pesantez y Jhonny Guambaña, quienes a través de su proyecto plasmado en realidad han hecho que las voces apagadas de cientos de reclusos sean escuchadas. El programa es trasmitido los días sábados a partir de las 12:00 por radio Católica, 98.1FM.

Hoy en día esta iniciativa cuenta con el apoyo y la garantía de la Universidad de Cuenca, la dirección del Centro de Rehabilitación, la Unión de periodistas del Azuay y el Ministerio de Justicia, entidades que juegan un papel primordial en la permanencia de este magnifico proyecto de comunicación.

Este es un ejemplo digno de seguir, es la autentica Comunicación Alternativa que no espera ganancias económicas, no tiene fines de lucro, sino que su principal prioridad es la preocupación de aquellos considerados por el poder y la mayorías como seres improductivos carentes de ideas que aporten al desarrollo.

Es la comunicación que da protagonismo a los olvidados, a aquellos que no tienen voz ni voto, que muchos los ven con desprecio y rabia, con esto no me refiero solo a los privados de su libertad sino a los pobres que viven en lugares alejados de la ciudad en casas decadentes y sin los servicios básicos necesarios, a los que viven en suburbios, a los que caminan por las calles pidiendo caridad, a los ancianos victimas del abandono de sus propias familias, a los enfermos terminales, a las prostitutas, a los indígenas, a los homosexuales, lesbianas y todos aquellos que ante los ojos de la sociedad son considerados como una vergüenza, una lacra, unos miserables puestos por el destino.


El camino es arduo, ya que hoy en día los medios por lo general están apegados a grupos de poder, donde las fuentes casi siempre son las mismas: hombrecitos de corbata con trajes caros, haciendo de la información una mercancía llena de tergiversación. 

El papel de los medios de comunicación social en la construcción de problemas sociales.

Los medios de comunicación desde su concepción son los llamados a ser los principales entes sociales que den a conocer la realidad misma de un conglomerado social, ésta realidad involucra no sólo aspectos positivos sino también aspectos negativos que no son más que los problemas sociales que confunden, aquejan y destruyen una sociedad, tales problemas deben ser afrontados por los medios con la suficiente verdad y transparencia para que así se pueda crear en la audiencia preocupación y concientización en torno a lo que el medio da a conocer a la colectividad como problema social, pero ahora bien ¿Cuál es el papel de los medios de comunicación en la construcción de problemas sociales?.

Los problemas sociales como el cáncer que acaba con la vida de una individuo, estos no sólo acaban con una vida sino con varias ya que son enemigos silenciosos e invisibles que poco a poco van tomando forma dejando su veneno regado por todas partes hasta llegar al culmen de su consolidación: la destrucción, los más afectados son aquellos ignorados por el dinero, pero también aquellos que tienen al dinero como su mejor compañía, claro éstos últimos sufren éste mal con menor intensidad, por lo que no existe distinción alguna para los problemas sociales; muchas veces éste enemigo hace lo que quiere porque no existe alguien que lo de a conocer ante el conglomerado social como problema, en éste sentido los medios juegan un papel preponderante, ya que son los encargados de dar a conocer y más aún de construir lo que la sociedad debe denominar como problema social. Los medios de comunicación se constituyen en el ámbito más importante para la construcción de problemas, FRIGERIO (s/a, pág. 14).

Los medios como los encargados de construir problemas sociales deben tener las puertas abiertas a aquellos que quieren hacer público un determinado problema, los denominados reclamadores por Best (1990) u operadores por Hilgartner y Bosk (1988) citados en Alejandro Frigerio, s/a: pág. 13, pero hoy en día los medios por lo general abren sus puertas a aquellos personajes de corbata y terno que llegan hasta sus instalaciones con máscaras de preocupación y agobio, haciendo que el medio haga de cosas triviales un problema fundamental, el poder político tiene la capacidad de influir en la información mediante la producción de acontecimientos artificiales dotados de sentido y mediante una nueva definición de la realidad, GROSSI (1981, pág. 75), citado en Miquel Rodrigo Alsina, s/a, pág. 91, cuando los verdaderos problemas ocurren en aquellos lugares de calles polvorientas y casas de madera o paja cuyos habitantes ven la única esperanza en el Creador.

Muchos de los medios no sobrepasan la barrera de la información, simplemente se limitan a informar, y que muchas de las veces lo hacen tergiversando la realidad. Los medios no sólo trasmiten mensajes, los traducen y transforman antes de que lleguen a su audiencia, FRIGERIO (s/a, pág. 15), pero los medios además de informar un problema y que muchas de las veces lo hacen mal, podrían dar soluciones a ese problema para que así los perjudicados de ese problema no se queden estancados y puedan seguir adelante.

Si los medios además de informar, entretener y educar se empeñaran en solucionar aunque sea una parte de los problemas reales, que otros entes o ellos mismos se encargaron de construir, la sociedad viviría en mejores condiciones, parecería ser una tarea difícil especialmente para los medios tradicionales que viven a gusto teniendo al poder y al dinero como sus únicos amuletos.    


Los medios, entes indiferentes constructores de problemas sociales, estancados en las cámaras, grabadoras, micrófonos y sets lujosos de trasmisión de información, será que algún día, quizás no muy lejano, un medio ¿pueda llegar a ser un reclamador más?

lunes, 27 de enero de 2014

BAR CON MOTOR Y LLANTAS

El día moría y con su muerte nacía la noche, noche que sería la fiel compañera del viaje a Cuenca del quinto “f” Comunicación Social. Poco a poco entre la luz artificial comenzaban a aparecer los cuerpos y las sombras de los viajeros que acompañados de sus maletas y una alegría pintada en sus rostros, la cual delataba la ilusión que tenían por tal viaje.

Por unos minutos la impaciencia se hacía presente, ya que el bus no llegaba, pero pronto ésta se acabó, el bus llegó al lugar de partida; todos con gran entusiasmo corrieron hacia éste, sin ni siquiera mirar atrás, todos subieron, pero aún faltaba una compañera más, por lo que la inquietud y el nerviosismo comenzó a reinar en el interior de aquel bus; la espera llegó a su fin y después de una plegaria al Dios creador, el bus prendió los motores y partió con rumbo a la ciudad de Cuenca. Después de cinco u ocho minutos de haber partido una llamada por celular alertó a todos, era la compañera que faltaba, nuevamente el bus volvió a detenerse en espera de aquella voz que decía que ya va a llegar; finalmente llegó.

El viaje continuó y fue toda una travesía, los gritos, las risas, sonidos de guitarra, música de todo tipo y hasta una que otra voz desafinada, hicieron que el interior de aquel bus se convirtiera en una discoteca andante, poco a poco los dioses griegos “Baco” y “Dionisios” tomaban posesión de los pobres mortales que estaban sumidos en la euforia y el descontrol, dejando al descubierto sus más prohibidas e interiores emociones. Con el transcurrir de los minutos y las horas la llama del desenfreno poco a poco se iba apagando, ya que el sueño, el cansancio y la ebriedad daban paso a algo de silencio y tranquilidad, pese a que todavía se podían escuchar leves susurros de los considerados sobrios y “duros para tumbar”.

La oscuridad daba paso a la claridad de la fría mañana y con ella la llegada al destino final; la ciudad de Cuenca. Caras manchadas, cuerpos decadentes, cabellos desordenados y despeinados fueron las primeras imágenes que se podían observar, para pasar luego a algo más agradable como casas de tipo colonial, espacios verdes, mujeres bellas y lugares sin igual, todos en un mismo sitio “Cuenca”.


Después de haber recorrido calles y avenidas, el lugar destinado para el hospedaje apareció, poniendo punto final al éxodo.

lunes, 20 de enero de 2014

Entre el código y la manipulación




El basto y redondo mundo ha tenido hechos y acontecimientos que han marcado las diferentes etapas o edades de la historia, en este sentido y mas específicamente desde la aparición de los medios de comunicación tradicionales, inicialmente con la prensa y luego con la radio y la televisión, los hechos o acontecimientos suscitados en torno a la sociedad tuvieron mayor expansión y conocimiento por parte de la misma, las personas no estuvieron aisladas frente a los problemas originados en otros lugares, tuvieron pleno conocimiento de lo que acontecía, es decir estuvieron “informados” gracias a los medios de comunicación. Pero, ¿los medios de comunicación desde su aparición han respetado y cumplido con los códigos deontológicos que giran en torno al periodismo? o a caso ¿han hecho de la información una mercancía sujeta a la falta de veracidad y la manipulación de la opinión de la cual pueden sacar provecho?

Según el Código Deontológico del Periodista “los primeros códigos éticos del periodismo aparecen a comienzos del siglo XX, con la preocupación de algunos editores estadounidenses sobre la falta de ética de algunos periódicos neoyorquinos”. Esto debido a que, ya en esos tiempos la prensa estaba ligada con los grupos de poder, es decir a los poderes institucionalizados. En la actualidad tal preocupación todavía sigue existiendo, ya que en algunos medios de comunicación es evidente esa falta de ética a la hora de contar un hecho, donde descaradamente los medios tratan de vender una falsa información, por que ya desde hace tiempo la información es vista como una mercancía de la cual se saca el mayor provecho, haciendo creer a la gente que lo que lee, escucha y mira es verídico, contrastado y real, pero la realidad es que, tras ésta máscara denominada información existen intereses, tanto de los poderes institucionalizados como del poder factico, del cuarto poder, en si de los medios.

En este sentido la conocida Agenda Setting es aplicable a cada momento, ya que los medios deciden que es lo que la gente conozca, que la sociedad se limite a saber sólo de aquello que los medios presentan y denominan como “información”, de aquello que a los medios interesa, pero a demás de imponer a la audiencia lo que tiene que leer, escuchar y ver; los medios también tratan de manipular y formar una opinión, haciendo creer a los individuos que la opinión que tienen es auténticamente democrática, pero la realidad es distinta, ya que de alguna u otra manera tal opinión está direccionada con la opinión del medio.

Nietzsche decía “el poder corrompe”, por lo que tal frase es aplicable para todos los poderes, desde el institucional hasta el fáctico; es por ello que se hace necesario la aparición de un contrapoder que haga frente a los abusos que pueden tener los antes mencionados, para esto la mejor arma es la voz publica; pero si los medios tradicionales como los principales encargados de brindar espacios para controlar los abusos de poder, también han sido cobijados por la corrupción y el abuso, ¿a quién acudir?

Para hacer frente al cuarto poder es necesario un quinto poder, mismo que es planteado por Ignacion Ramonet. Se trata del periodismo de intermediación, en el cual los protagonistas ya no son los mismos de siempre, esos que se les ve comúnmente en los medios, individuos que visten de corbata y terno, poseedores de autos y casas lujosas, esos no, sino, la ciudadanía común y corriente.

El periodismo de intermediación conjuntamente con los medios alternativos son las mejores armas para desmascarar la falsa información que presentan los medios de comunicación, los cuales gracias al poder y la ambición atentan a cada momento contra los códigos deontológicos. Con este quinto poder se podrá construir una opinión publica libre y democrática y más que todo brindar una información apegada al código y alejada de la manipulación.

miércoles, 15 de enero de 2014

El Olimpo de los Medios


 Hoy la realidad es diferente a la realidad conocida por nuestros padres y abuelos, hoy contiene un nuevo cielo y un nuevo infierno, nuevos héroes y villanos, nuevos paisajes, nuevos sentimientos, nuevos mensajes; sacados de lo más profundo de las mentes racionales. Existe un culpable; aquel aparato inerte y lleno de vida a la vez, aquel que se ha convertido en un miembro más de la familia, aquel que manipula a su antojo las mentes indefensas y susceptibles, aquel que se ha convertido en el dios terrenal al que todos admiran, necesitan y veneran; un invento del hombre para el hombre: la televisión.

La televisión como un magnífico adulador y gracias a la fuerza de las miles de imágenes que proyecta se adentra en el subconsciente de tontos e ingenuos humanos, quienes idiotizados modifican la percepción de la realidad para trasladarse a un mundo lleno de productos falsos e inútiles, cambiando lo cierto por lo falso, reemplazando padres e hijos por mercancías caras o baratas ofrecidas en charoles de oro y plata por aquel dios inerte al que todos miran.

La televisión al igual que Zeus, Tanatos, Dionisios o Baco, dioses pertenecientes a la mitología griega y a los cuales los griegos rendían culto y sacrificio, se congrega con otros medios para decidir y jugar con la vida de sus creadores mortales.

Los medios como dioses reunidos en el Olimpo platican, planifican y deciden la vida y el destino de los humanos; su mejor arma es la publicidad, aquella que hipnotiza por su perfección, su confianza, su elegancia y su contante permanencia; es la amante perfecta, es aquella agraciada prostituta que se exhibe, que seduce, que se vende a las afueras de un lujoso y barato burdel, al que cientos, miles y millones miran, desean y admiran; es simplemente un obsequio de los dioses, es una droga que enloquece, que alucina, que todos quieren probar.


La vida es corta y el mundo es inmenso, los humanos sucumben y los medios perduran. Pasaran los años y los medios seguirán ejerciendo su función de dioses entre los seres terrenales; algunas de sus víctimas morirán pero otras nacerán para hacer lo mismo que hacían sus ancestros: adorar y dejarse guiar por una falsa idolatría creada por los medios, que gustosos y satisfechos miran desde lo alto del Olimpo la obra que han creado. 

lunes, 13 de enero de 2014

Hablar o callar





El ser humano desde que tiene uso de razón ha tenido libertad para expresar lo que piensa y lo que siente, es por eso que, la libertad de expresarse es un derecho básico que posee todo ser humano al momento mismo en que nace del vientre de su madre, por ende,  el derecho a la libre expresión es uno de los más fundamentales, ya que es esencial para la lucha, el respeto y la promoción de todos los derechos humanos. Es lo más importante en la existencia de una sociedad democrática, ya que permite que una persona o varias personas puedan acceder, entender y dar su punto de vista sobre determinado tema sin temor a ningún tipo de restricción. En este sentido el opinar libremente no significa decir lo primero que viene a la mente, ya que si se lo hace, se estaría hablando de una especie de libertinaje, el cual no ayuda en nada, más bien destruye.

En este sentido el papel que juegan los periodistas a la hora de contar un hecho, de informar a la sociedad es elemental, ya que de ellos depende el nacimiento de miles y millones de opiniones en torno a un tema y si la información dada a conocer carece de contrastación, veracidad, donde la tergiversación es una constante se estaría hablando de una libertad de expresión maquillada, mal fundamentada, en la cual la opinión de la audiencia sería la opinión del periodista, porque si el periodista no quería que la gente piense igual que él no habría la necesidad de tergiversar y manipular la información.

Es por eso que, es posible afirmar que una sociedad que no está bien informada, no es plenamente libre. Sin la habilidad de estar bien informado el sujeto no está en capacidad de opinar libremente, de denunciar injusticias y clamar cambios, simplemente el hombre está condenado a la opresión, a una esclavitud que no se ve pero se palpa; es por ello que, el derecho a la libre expresión es uno de los más amenazados, tanto por gobiernos sumisos que no les importa la necesidad de sus gobernados, dejando a un lado propuestas de cambio, y por individuos que quieren seguir lucrando del trabajo de otros, callando a los demás.  

Todos estamos obligados a luchar para que la libertad de expresión no muera, ya que si ella desaparece nuestras ideas y opiniones serian escuchadas únicamente por el frío y obscuro silencio de la desesperación y la impotencia, a demás que todos estaríamos supeditados a la voluntad de aquellos que pisoteando buscan solo su bienestar.

Finalmente solo me queda decir que; para que respeten nuestra libertad debemos primero aprehender a respetar la libertad de los demás.