El
basto y redondo mundo ha tenido hechos y acontecimientos que han marcado las
diferentes etapas o edades de la historia, en este sentido y mas
específicamente desde la aparición de los medios de comunicación tradicionales,
inicialmente con la prensa y luego con la radio y la televisión, los hechos o
acontecimientos suscitados en torno a la sociedad tuvieron mayor expansión y
conocimiento por parte de la misma, las personas no estuvieron aisladas frente
a los problemas originados en otros lugares, tuvieron pleno conocimiento de lo
que acontecía, es decir estuvieron “informados” gracias a los medios de
comunicación. Pero, ¿los medios de comunicación desde su aparición han
respetado y cumplido con los códigos deontológicos que giran en torno al
periodismo? o a caso ¿han hecho de la información una mercancía sujeta a la
falta de veracidad y la manipulación de la opinión de la cual pueden sacar
provecho?
Según
el Código Deontológico del Periodista “los primeros códigos éticos del
periodismo aparecen a comienzos del siglo XX, con la preocupación de algunos
editores estadounidenses sobre la falta de ética de algunos periódicos
neoyorquinos”. Esto debido a que, ya en esos tiempos la prensa estaba ligada
con los grupos de poder, es decir a los poderes institucionalizados. En la actualidad
tal preocupación todavía sigue existiendo, ya que en algunos medios de
comunicación es evidente esa falta de ética a la hora de contar un hecho, donde
descaradamente los medios tratan de vender una falsa información, por que ya
desde hace tiempo la información es vista como una mercancía de la cual se saca
el mayor provecho, haciendo creer a la gente que lo que lee, escucha y mira es
verídico, contrastado y real, pero la realidad es que, tras ésta máscara
denominada información existen intereses, tanto de los poderes
institucionalizados como del poder factico, del cuarto poder, en si de los
medios.
En
este sentido la conocida Agenda Setting es aplicable a cada momento, ya que los
medios deciden que es lo que la gente conozca, que la sociedad se limite a
saber sólo de aquello que los medios presentan y denominan como “información”,
de aquello que a los medios interesa, pero a demás de imponer a la audiencia lo
que tiene que leer, escuchar y ver; los medios también tratan de manipular y
formar una opinión, haciendo creer a los individuos que la opinión que tienen
es auténticamente democrática, pero la realidad es distinta, ya que de alguna u
otra manera tal opinión está direccionada con la opinión del medio.
Nietzsche
decía “el poder corrompe”, por lo que tal frase es aplicable para todos los
poderes, desde el institucional hasta el fáctico; es por ello que se hace
necesario la aparición de un contrapoder que haga frente a los abusos que
pueden tener los antes mencionados, para esto la mejor arma es la voz publica;
pero si los medios tradicionales como los principales encargados de brindar
espacios para controlar los abusos de poder, también han sido cobijados por la
corrupción y el abuso, ¿a quién acudir?
Para
hacer frente al cuarto poder es necesario un quinto poder, mismo que es
planteado por Ignacion Ramonet. Se trata del periodismo de intermediación, en
el cual los protagonistas ya no son los mismos de siempre, esos que se les ve
comúnmente en los medios, individuos que visten de corbata y terno, poseedores
de autos y casas lujosas, esos no, sino, la ciudadanía común y corriente.
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